Patriotismo que se lleva dentro

LOS SENTIMIENTOS NACIONALISTAS AFLORAN EN FECHAS COMO LA DE HOY, 27 DE FEBRERO, DÍA EN QUE SE CELEBRA EN RD LA INDEPENDENCIA NACIONAL




La definición que ofrece el diccionario de la Real Academia Española de la lengua es corta: amor a la patria. Para la mayoría, ese amor significa enarbolar una bandera en las fechas patrias, aprender de memoria el Himno Nacional, defender el país cuando alguien lo insulta y, si es necesario, tomar un machete, pelear y morir luchando cuando la soberanía de la tierra que lo vio nacer es amenazada por otra nación.
El director del Instituto Duartiano, José Joaquín Pérez Saviñón, prefiere definir el patriotismo un conjunto integral de valores que deben reflejarse en el comportamiento del ser humano. Así, dice Pérez Saviñón, ser patriota es amar la religión, el lenguaje, las costumbres y la historia de la patria del individuo.
Su criterio como educador es que conseguir la patria justa y feliz que soñó Juan Pablo Duarte es, además de exhibición de sentimientos, un asunto formación y estudios, una formación que debe comenzar con los maestros, como transmisores de conocimiento y agentes multiplicadores, y reflejarse en todas las actividades que realiza la persona.  

En un artículo publicado en LISTÍN DIARIO en enero de 2010, el historiador e investigador dominicano Manuel García Arévalo hacía referencia a que el gran patriotismo que a lo largo de la historia ha mostrado el dominicano hoy se nota ausente.
“Siempre he admirado el patriotismo que han demostrado los dominicanos al jamás abdicar en la defensa de su libertad, frente a enemigos poderosos, mejor equipados y fuertemente armados. Sin embargo, en un mundo cada vez más libre y globalizado como el actual, ya no hay espacio para las asechanzas de tipo neocolonialista”, escribió García Arévalo.
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PATRIOTISMO ANTE LOS NUEVOS DESAFÍOS

El historiador Manuel García Arévalo considera una lástima que ese mismo patriotismo identitario de antaño no se vea reflejado ante las nuevas amenazas que aquejan a la Nación y que pueden arrastrarla a un destino incierto.
“Entre estos apremiantes desafíos podemos citar los actuales niveles de pobreza y desigualdad social; el declive de la enseñanza y la salud públicas; la deforestación y contaminación de ríos y cañadas; la inmigración incontrolada de nacionales haitianos, con la complicidad de empresarios, políticos y militares; la corrupción y la burocracia excedentaria que corroe el presupuesto nacional producto del clientelismo político; así como la debilidad institucional, que impide alcanzar un Estado de derecho que garantice la propiedad privada, el desarrollo económico y el bienestar social. Cabría preguntarse dónde están, si enmohecidas, nuestras fibras patrióticas, para combatir con firmeza a estos nuevos enemigos”, concluyó su artículo. 
Una patriota de verdad
Anny Marchena, líder comunitaria de Constanza, Bonao y otros pueblos del país y estudiante de Derecho con experiencia en las áreas de agronomía y mercadeo, se considera una patriota de verdad. Y nacionalista, apunta. Y no tiene nada que ver con chovinismo ni cosa que se le parezca.
“Si no amas tus raíces, de donde vienes, tu familia, tu país; si no le das valor a tu tierra y a las cosas que tienes, ¿a que se la vas a dar? Si se pierden los valores, si no valoras tus herramientas de trabajo, tu campo, ¿qué valoras?”, pregunta Marchena.
El ejemplo que pone es poco alentador. “Mira el campo, ahora está todo el mundo motoconchando en la ciudad y olvidando el campo, ¿qué estamos haciendo? Estamos odiando nuestras raíces porque estamos dejando de producir y nos volvemos cada vez más pobres”.
Le recordamos que muchas personas se consideran nacionalistas y en cambio no sirven a la sociedad, entre ellos políticos y dirigentes que juran servir al país y no lo hacen. Y ella responde:
“Muchas veces los pueblos elegimos a los que nos van a representar confiando en que son personas honestas y al final terminan defraudándonos, pero pienso que la sociedad, aunque no se lo diga, se lo toma en cuenta. Y no, no son nacionalistas, porque si no te duele tu pueblo, si no te duele deforestar o manejar sin honestidad los recursos del Estado y este tipo de cosas, es que hay ausencia de valores y eso no es ser patriota”.
El recuerdo de Duarte
Marchena se declara admiradora a rabiar de las hermanas Mirabal y de Juan Pablo Duarte. Del Padre de la Patria piensa que no debió morir como murió.
“Parece que a los dominicanos se nos olvidó eso, el valor que tuvo Juan Pablo Duarte, que murió olvidado y en la miseria por ser honesto. Él debe ser nuestro ejemplo. Y nosotros, los líderes comunitarios, tenemos que dar el ejemplo porque la juventud nos sigue”.
Es en la patria que le vio nacer y crecer donde, según Marchena, el individuo tiene fuerza moral para hablar, ser escuchado y admirado.

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